jueves, 1 de julio de 2010

Palabras al cierre

De acuerdo a todo lo anterior se puede concluir que sí existe efectivamente un arraigo y una identidad colectiva dentro de los inmigrantes del Barrio Yungay, y que logra enmarcarse dentro de lo que el sistema les propones en la Región Metropolitana de Santiago.

A su vez, se comprueba empíricamente como estos hermanos extranjeros han logrado adaptarse, con todo lo que esto implica, a Santiago, ya sea en condiciones favorables como adversar, muchas veces sufriendo los embates del sistema tanto en las relaciones humanas de trabajo, y en la colectividad. También adaptándose a un territorio el cual no es ni quizás sea nunca su espacio, pero aun así intentando empoderarse de un barrio para crear un imaginario de “casa” donde puedan realizar sus costumbres, fiestas, entre otros.

Por lo tanto no queda más que concluir que como ciudad hay que comenzar a hacerse cargo de esta realidad que cada vez está más patente en la sociedad chilena y aprovechar estas culturas que se intentan emplazar en el territorio chileno, pero de una buena manera, no aprovechar su “mano de obra barata” sino su bagaje cultural, costumbres e identidad tan distintas a la de Santiago y así conocer y llenarse de ella y por supuesto aprender de ellas… que es tan necesario y llenado es.

Qué hacen para mantener su identidad y como generan arraigo dentro de esta ciudad

Con todo lo anterior, estos peruano, bolivianos, cubanos, haitianos y ecuatorianos no les queda otra que no olvidad su origen, su identidad, pues es la única forma de mantenerse unidos y a la vez cuidarse entre ellos, de toda esta marginalización que existe para con ellos.

Una de las formas que practican habitualmente para no olvidar su origen y sus costumbres son sus bailes, sus fiestas, ya sean las establecidas por el mismo calendario o fiestas particulares entre ellos, con su música, sus comidas, su forma de relacionarse entre sí, mayoritariamente en estas ocasiones son fiestas muy cerradas, es decir, sin contar con la presencia de chilenos, es decir, entre compatriotas; peruanos con peruanos, bolivianos con bolivianos, manteniendo así sus costumbres y tradiciones.

Otra característica particular es el amor por su espacio, el de origen, evidentemente, jamás hablan mal de sus país, podrán referirse de mala manera a sus gobiernos, pero jamás a su territorio, a sus recursos naturales y menos a sus tradiciones, tratan de mantener constante estas conversaciones con sus hijos pequeños, con el fin de que ellos también sientan ese amor por su patria, por su país.
También a la hora de las entrevistas solo elogian su país, tal es el caso de Sofía Saens, la que señala…

“Bolivia es lindísimo, no se compara con ningún lugar Del mundo, su bellaza natural es única Sus paisajes son los más mágicos de todo el Continente... la gente es tan pura, tan apegada a sus Raíces, y muy, pero muy acogedora y colaboradora…”

Este discurso se repite a través de todos los entrevistados, solo elogiando su país y así como lo promueven también intentan de mantener sus orígenes a pesar de estar distantes y lejanos de su tierra.

Con lo anterior ellos intentan materializar todas estas practicas dentro de su “nuevo espacio”, es decir, intentan adaptarse a una nueva ciudad, nuevas costumbres, etc, pero manteniendo sus orígenes, su identidad, es decir ellos intentan como sobreponer su antigua vida a la nueva, con todo lo que esto conlleva en la realidad misma, pues es la forma que ellos creen que puede sobrellevar esta nueva y distinta realidad. Si bien en muchas ocasiones esta sobreposición de culturas no es completamente efectiva por los tiempos, el trabajo, etc. Ellos tratan de adaptarse a la realidad santiaguina con sus valores, más que con las prácticas mismas, por ejemplos, se refleja esto en la ayuda mutua entre compatriotas que se da, algo que evidentemente con lo que el sistema a impuesto, los santiaguinos ya perdieron.

Miguel Mendoza, el entrevistado peruano que se mencionó con anterioridad señala:

“cuando recién llegué a Chile, y todos me rajaban, llegué aquí al Barrio Yungay, buscando una habitación para alojar, en ese momento Me encontré con unos bolivianos que estaban en las Mismas condiciones que las mías, conversando con unas Cervezas, surgió la idea de arrendar una Pieza entre todos, pues solo la necesitábamos para dormir, asi que eso hicimos”

Este extracto de lo que se habló con Miguel demuestra algo que no se da así como así entre santiaguinos, pues jamás uno decidirá irse a vivir con alguien que no conoce, solo por el hecho de estar en un lugar extraño, lo cual demuestra la diferencia de percepciones y de mentalidad que existe entre los extranjeros sudamericanos, que no están tan influenciados por el sistema individualista capital como los chilenos.

Condiciones de vida que le ofrece la ciudad (trabajo-educación-salud)







Mayoritariamente la ciudad no les esta ofreciendo lo que ellos esperaban, pues solo en ciertos casos les esta sirviendo como se lo habían propuesto, como un medio para ayudar a sus familiares de sus países y así lograr una mejor vida, pero en otros ámbitos, la ciudad solo les ofrece condiciones paupérrimas de vida.

Las condiciones a las que se ven enfrentadas estas personas al llegar a Chile, suelen atentar contra sus derechos humanos como ellos mismo lo señalan. Así, tratándose del plano laboral, se ha advertido que la apertura de las fronteras a la libre circulación de capital y productos no se ha acompañado de la libre circulación de trabajadores, en este caso.
De hecho, se estima que los mayores abusos a los que se ven enfrentados los migrantes se dan en el plano laboral. En el caso específico de los extranjeros del barrio Yungay, resulta interesante advertir que, no obstante al poseer un nivel educacional bastante elevado en ciertas ocasiones, las condiciones laborales a las que se ven enfrentados siguen siendo muy precarias, pues de acuerdo a los entrevistados, muchos de ellos tenia estudios secundarios finalizados, pero de acuerdo a lo que ofrece el mercado para ellos eso da igual, más bien suelen desempeñarse en aquellos ámbitos de menor calificación, peor remuneración y mayores niveles de riesgo.
Por regla general, los trabajadores extranjeros carecen de contrato laboral en Chile. El Reglamento de Extranjería establece un conjunto de requisitos para obtener una visa sujeta a contrato, los cuales resultan bastante gravosos. De esta manera, el empleador se ve obligado, entre otras cosas, a comprometerse a pagarle al empleado extranjero y a su familia (en algunas ocasiones) un pasaje de regreso a su país o al que acuerden las partes. Los abusos de que son objeto los trabajadores extranjeros son particularmente graves en caso de ser indocumentados, pues se ven expuestos a prácticas abusivas, tales como los bajos sueldos y las extensas jornadas de trabajo.
Al respecto, se ha advertido que los derechos laborales de los inmigrantes no se podrán menoscabar, ni aun en caso de irregularidad migratoria. Consecuentemente, el Gobierno se ha propuesto "Fomentar la regularización de los trabajadores migrantes que se encuentran indocumentados, así como también promover la regularidad de los trabajadores migrantes que manifiesten intenciones de residir en Chile".

En el caso particular del barrio Yungay, gran parte de los inmigrantes son mujeres, las cuales realizan labores domesticas puertas adentro dejando a sus hijos al cuidado de ellos, de ahí que nace la idea de la “Escuela Víctor Jara” de estudiantes universitarios de diversas carreras, esta escuela funciona tanto en verano como en invierno, para poder acompañar a estos niños durante el día y que no queden a la deriva, intentando distraerlos y a la vez integrándolos dentro de lo que se puede.

Otro gran tema para ellos es la salud, pues según lo dispuesto en el artículo 2º de la Ley 18.469, los servicios de salud no podrán negar atención a quienes la requieran, ni condicionarla al pago previo de aranceles o tarifas fijados a este afecto. A su vez, la política migratoria de Chile no contempla limitación alguna en lo que se refiere a la atención de ciudadanos extranjeros. En el caso específico de las mujeres embarazadas, se ha suscrito el Convenio de la Mujer Embarazada, entre el Ministerio del Interior y el Ministerio de Salud, conforme al cual podrán acceder a controles de salud aun aquellas mujeres que se encuentren en condición de residencia irregular. Desafortunadamente en la práctica esto no es así, pues los niños del barrio Yungay, muy pocos de ellos están inscritos en los consultorios aledaños, y esto se da principalmente por el problema de la ilegalidad, lo cual genera también problemas, pues al no estar inscritos todo es más engorroso y contribuye más a los problemas de estos extranjeros.

Un tema relevante también es el de la educación, en el año 2003, el Ministerio de Educación, junto al Departamento de Extranjería y Migración, la Secretaría General de Gobierno y el Consulado peruano, firmó un acuerdo estableciendo que todas las niñas y niños inmigrantes tienen derecho a matricularse en los establecimientos educacionales de Chile en forma provisoria, en caso de no contar con los certificados de estudio debidamente visados. Dicho derecho no se circunscribe únicamente a los hijos de inmigrantes peruanos, sino que el Estado le garantiza a todos los hijos de extranjeros el acceso a la educación, cualquiera sea la condición migratoria de sus padres.
El ejercicio de este derecho, sin embargo, en la práctica ha estado lejos de ser una realidad. Ello se debe, en gran medida, al desconocimiento que existe del mismo por los mismos funcionarios responsables de velar por su implementación, sin mencionar a las personas inmigrantes a quienes pretende beneficiar.
Si bien el acuerdo establece la posibilidad de obtener matrículas provisorias, no hace referencia alguna a la subvención, lo cual ha dado lugar a rechazos de matrícula por parte de los establecimientos municipales y subvencionados. En el caso de que niños y niñas inmigrantes logren, efectivamente, matricularse en algún colegio, cabe señalar que, estando dentro del mismo, suelen ser objeto de discriminación tanto por parte de sus profesores como de sus pares. Así, Paula una niña boliviana del barrio de 11 años relata que la profesora dice “que los bolivianos somos sucios, flojos y malcriados" fomentando la discriminación a los demás niños.
Al respecto, una encuesta realizada por la UNICEF da cuenta de que casi la mitad de los encuestados (46%) cree que una o más nacionalidades son inferiores a la chilena, dándose los mayores prejuicios tratándose de peruanos, bolivianos y argentinos. Esta discriminación resulta particularmente grave, en tanto que ha sido identificada como el principal motivo de deserción escolar entre las niñas y niños inmigrantes.

La discriminación es un tema dentro de la ciudad como se ha venido señalando hasta ahora, las violaciones a los derechos de estos inmigrantes a los se ha hecho referencia se ven agravadas, cuando no motivadas, por la cultura de la discriminación que impera en Chile.
Tratándose, en particular, de inmigrantes de origen peruano, boliviano y ecuatoriano, esta discriminación es patente y se manifiesta en los distintos ámbitos del quehacer cotidiano. En educación, el campo laboral, el trato policial, los servicios de salud; en la calle, en la micro, en las bromas que se cuentan en la televisión; todos son espacios que, lejos de constituir una cultura de acogida, manifiestan una y otra vez la xenofobia de una parte importante de los chilenos.
Cuando se habla de inmigrantes, las imágenes que priman son las de "ilegales", "gente de escasos recursos" y de ser los culpables de los índices de cesantía. Así, tratándose específicamente de inmigrantes peruanos, se ha revelado que la xenofobia hacia ellos es mayoritaria en Santiago.
Actualmente no existe una política nacional que se haga cargo de la xenofobia, cuestión que se encuentra en clara contradicción al rol que el mismo Gobierno ha dicho que debe ejercer, en orden a "facilitar la integración armoniosa de los extranjeros que legalmente residan en Chile a la comunidad nacional, promoviendo para este efecto la igualdad de trato en materia laboral, seguridad social, derechos culturales, y libertades individuales".
Las actitudes discriminatorias de los chilenos frente a los inmigrantes ponen de manifiesto la necesidad de diseñar una política estatal armónica y garantista para enfrentar el tema de las migraciones, que no se limite a establecer los requisitos que se exigen para el ingreso y permanencia de extranjeros al país, sino que contemple, además, el conjunto de garantías de los que son titulares estas personas.
Sobre lo anterior existe también otra visión, pero que es bastante escasa. Algunos de los encuestados señalaron que en Santiago si hay cabida para ellos, que ha podido mandar a sus hijos son problemas a los colegios, que no tienes problemas a la hora de ir a los consultorios, entre otras cosas, pero desafortunadamente esta visión positiva sobre el tratamiento a estos extranjeros es escasa…

Cómo perciben la ciudad










Dentro del Barrio Yungay, los inmigrantes hablan mucho en sus conversaciones cotidianas sobre esta ciudad que los acoge, que les esta dando el sustento tanto para ellos como para mandar a su país. Dentro de este contexto se encuentran dos visiones fuertemente marcadas por estos hermanos extranjeros, unos son, los que NO se siente parte de esta ciudad, y los que SI se incluyen o intentan incluirse dentro de esta urbe

Dentro del primer grupo (el que NO se siente parte de la ciudad) lamentablemente no son buenos sus términos con los cuales se refieren a Santiago, pues hablan de una ciudad fría, que no los integra, que los discrimina y los rechaza a diario.
Desafortunadamente se encuentran en una ciudad, donde no hay relaciones humanas “calidas” dicen ellos, pues lamentablemente por lo que viven en su barrio más en sus lugares de trabajo no logran nada más que tomarle rechazo a una ciudad que los discrimina por su acento, su color de piel y sus costumbres, entre otras cosas.

Juan, un ecuatoriano de 40 años, que esta hace 5 años acá en Chile, cuenta que el particularmente no ve una valoración por parte de los chilenos de sus ciudad, por ejemplo señala que en Guayaquil, se aprecia su territorio, su espacio, sus tradiciones y eso él no lo constata acá en Santiago, lo cual hace empeorar la visión respecto a lo chilenos, pues él mismo señala que eso genera una ciudad “fría” donde está la ciudad como un simple espacio físico y sobre ella se actúa, sin una convivencia de por medio, sin relaciones humanas saludables para la gente, etc.

Es así como a nivel de barrio la percepción sobre Santiago no es la mejor por una parte, por decirlo de buena manera, sino que existe una percepción de una ciudad contenedora de actividades sin sentido, solo para trabajarla y no para vivirla.

Pero también está la otra visión, de los que SI, perciben una ciudad “buena”. Miguel Mendoza, peruano, vive hace 6 años en Chile, se vio solo en primera instancia, y luego trajo a su esposa (ya tienen un hijo, de 4 años, Gabriel), él señala que…

“… al comienzo todo es complejo, las relaciones con los chilenos son Difíciles, pero poco a poco he ido viendo la ciudad de otra manera, es muy, muy moderna, tiene Buen sistema de transporte, y hay como en todos lados De todo, muchas veces te dicen que si a todo, peor del otro lado me “rajan”, Pero eso sucede en todas partes, pero si, vuelvo a reiterar, Santiago si es una Ciudad muy moderna… ”

Dicha apreciación se repite en otros extranjeros, lo que más destacan es la modernización en la cual se vive en Chile, les llama mucho la atención el sistema de transporte, lso medios de comunicación, entre otros, lo cual da para pensar ¿Cómo están allá, es decir, en los países desde donde provienen?

Un punto importante que señaló un cubano Miguel Hernández, fue la locura con que se vive acá, no hablo ni para bien ni para mal de Santiago, sólo señaló la locura con que se utiliza el territorio, eso es lo que más, según él, habla con sus compatriotas, les sorprende mucho como Santiago crece día a día, pues el lleva 10 años en Chile y ha logrado percatarse de dichos cambios en el territorio.


Lo anterior hace reflexionar un poco como muchas veces no apreciamos lo que se tiene o definitivamente no se visualiza lo que ocurre en el entorno el cual a diario se utiliza, y a su vez se puede concluir como muchas veces se necesita de una visión externa para darse cuanta de lo que esta ocurriendo en el entorno